
Tras la polémica por la flexibilidad de los alerones traseros en la Fórmula 1, la FIA ha decidido aplicar nuevas medidas a partir del Gran Premio de China. Aunque en el GP de Australia todos los monoplazas fueron declarados legales, el organismo rector ha modificado el artículo 3.15.17 del reglamento para endurecer las pruebas de flexión y evitar posibles ventajas aerodinámicas.
Desde Shanghái, cuando se apliquen 75 kg de carga sobre el alerón trasero, la separación entre ranuras no podrá variar más de 0,5 mm, en lugar de los 2 mm permitidos hasta ahora. Como medida de transición, en China se permitirá un margen de 0,25 mm antes de la aplicación estricta de la norma. Esta modificación responde a la necesidad de evitar interpretaciones excesivamente flexibles de la reglamentación que podrían dar ventajas a ciertos equipos en rectas y curvas de alta velocidad.
La FIA tomó esta decisión tras analizar imágenes y datos obtenidos en Melbourne, donde se detectaron deformaciones en algunos alerones traseros durante las sesiones de carrera. Aunque McLaren fue señalado el año pasado tras el GP de Bakú por una posible flexión indebida del alerón en zonas del DRS, la FIA insiste en que esta medida no está dirigida a un equipo en particular. Según el organismo, todos los equipos han intentado optimizar el diseño de sus alerones dentro del límite reglamentario, por lo que el nuevo test más estricto busca garantizar condiciones equitativas para todos.
Se espera que esta normativa afecte especialmente a los equipos que hayan desarrollado conceptos más agresivos en sus alerones traseros. Algunos ingenieros han expresado su preocupación por cómo estos cambios podrían alterar el equilibrio del coche, obligando a realizar ajustes en la configuración aerodinámica para evitar pérdida de rendimiento.
Los efectos reales de esta modificación podrían notarse a partir del GP de Japón, cuando los equipos hayan tenido más tiempo para adaptarse a las nuevas exigencias. Mientras tanto, en Shanghái, la atención estará puesta en si estos cambios afectan el rendimiento de escuderías como McLaren, Red Bull o Ferrari, y si algún equipo encuentra una nueva solución dentro del reglamento para mantener su ventaja competitiva.