El pasado domingo 2 de marzo, la familia de Liam Payne publicó un comunicado en el que manifestaron su profundo dolor y descontento por la manera en que los medios han manejado la información sobre la trágica muerte del cantante y exmiembro de One Direction.
“La partida de Liam fue una pérdida devastadora. Este es un periodo de inmensa tristeza para todos los que lo conocían y amaban”, expresó la familia en el comunicado recogido por BBC News. “Liam merecía tener una vida larga y plena. En cambio, su hijo Bear ha perdido a su padre, Geoff y Karen a su hijo, Ruth y Nicola a su hermano, y los amigos y seguidores de Liam han perdido a alguien que significaba mucho para ellos”.

En la declaración, la familia reconoció la importancia de la investigación sobre las circunstancias de la muerte del artista y valoraron el esfuerzo de las autoridades argentinas. No obstante, señalaron que la constante atención mediática y las especulaciones alrededor del caso han causado un sufrimiento profundo y persistente, especialmente para Bear, quien a sus siete años está lidiando con un duelo que ningún niño de su edad debería atravesar.
Este pronunciamiento llegó pocas semanas después de que un tribunal argentino decidiera retirar los cargos de negligencia contra tres de las cinco personas investigadas por la muerte de Payne, ocurrida en octubre pasado, tras caer desde un balcón en el tercer piso del Hotel CasaSur en Buenos Aires. Los absueltos fueron Esteban Grassi, recepcionista principal del hotel; Rogelio Nores, empresario argentino-estadounidense y amigo cercano de Payne; y Gilda Martin, gerente del establecimiento. Sin embargo, Ezequiel Pereyra y Braian Paiz aún enfrentan acusaciones por presuntamente haber suministrado drogas al cantante la noche del incidente.
Grassi fue quien realizó dos llamadas de emergencia antes del fatal accidente: en la primera, alertó que un huésped estaba destruyendo la habitación, y en la segunda, expresó su preocupación de que esa persona pudiera estar en peligro. El informe de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 14 de Argentina indicó que la autopsia reveló que Payne tenía un nivel de alcohol en sangre de hasta 2,7 gramos por litro (0,27%), más de tres veces el límite permitido para conducir en Estados Unidos y cercano a un nivel considerado potencialmente letal.

Además, los resultados forenses detectaron rastros de metabolitos de cocaína y sertralina (Zoloft) en el organismo del cantante, quien falleció a causa de un “traumatismo múltiple con hemorragia interna y externa” provocado por la caída de aproximadamente 12 metros.
En su comunicado, la familia reiteró su pedido de privacidad para poder vivir el duelo en paz: “Siempre hemos solicitado espacio para llorar y esperamos que se nos permita hacerlo… Liam, te queremos y te extrañamos profundamente”. También agradecieron los homenajes, especialmente el tributo que le rindió su amigo Jack Whitehall durante los Brit Awards, donde se proyectaron videos, retratos y grabaciones del artista interpretando “Little Things” de One Direction.
“Liam logró mucho en el poco tiempo que estuvo en este mundo. No solo era un músico increíblemente talentoso, sino también una persona de gran corazón que tocó las vidas de todos los que lo rodeaban”, expresó Whitehall en el evento.
La familia cerró el comunicado afirmando que se unen a la celebración de la vida del cantante y que siempre recordarán la felicidad que su música trajo a millones de personas. Liam Payne fue sepultado en noviembre en Reino Unido, en una ceremonia privada a la que asistieron sus excompañeros de One Direction, su novia Katie Cassidy, y su expareja Cheryl Cole, madre de su hijo Bear.