
La Fórmula 1 se encuentra en medio de un posible terremoto reglamentario. Según el medio alemán Auto Motor und Sport, se está gestando un plan serio para devolver los motores V10 a la categoría, lo que podría significar el fin de la electrificación en la competición.
Un motor V10 es un motor de pistón de diez cilindros donde dos bancos de cinco cilindros están dispuestos en una configuración en V alrededor de un cigüeñal común.
Este cambio drástico pondría en jaque el reglamento técnico previsto para 2026, que apostaba por una mayor hibridación con motores 50% eléctricos. La FIA estaría considerando dos escenarios: cancelar directamente el reglamento antes de su implementación o permitir su entrada en vigor por un corto período, hasta 2029, cuando los V10 volverían con fuerza.
Los combustibles sintéticos, que serán obligatorios en 2026, juegan un papel clave en este cambio, ya que permitirían el regreso de los V10 sin comprometer las regulaciones medioambientales. Sin embargo, el debate está abierto entre los fabricantes: mientras Ferrari, Ford y Cadillac apoyan la vuelta de los motores atmosféricos, Mercedes, Audi y Honda prefieren mantener la electrificación.
El caso de Audi es especialmente crítico, ya que su proyecto en la F1 depende de la introducción de los nuevos motores híbridos en 2026. Si el reglamento se cancela o se retrasa, la marca alemana podría quedarse sin opciones competitivas.
El sonido de los motores V10 es recordado con nostalgia por los aficionados de la Fórmula 1. Su posible regreso marcaría un punto de inflexión en la historia de la categoría, devolviendo sensaciones que muchos consideran perdidas con las actuales unidades híbridas.
Aún no hay una decisión final, pero la discusión está abierta y promete ser uno de los temas más candentes en los próximos meses. La Fórmula 1 podría estar ante una de sus mayores revoluciones técnicas de las últimas décadas, con el eterno debate entre tradición e innovación más vigente que nunca.