Acapulco, actualmente se encuentra en estado de emergencia tras el impacto del huracán Otis, que alcanzó la categoría 5 y azotó la región con vientos de hasta 260 km/h y rachas que superaron los 315 km/h. La tormenta ha dejado a su paso una estela de destrucción que incluye daños significativos en hoteles, viviendas, carreteras, caminos y una amplia gama de infraestructura en la zona.
Una de las principales preocupaciones en este momento es el cálculo de las pérdidas económicas que ha dejado a su paso el huracán Otis. Dada la importancia de Acapulco como destino turístico, la industria hotelera y el sector turismo en general se han visto gravemente afectados. Además, las viviendas y la infraestructura dañada requerirán costosas reparaciones.
según informes de Reuters, las pérdidas económicas podrían ascender a una cifra asombrosa que oscila entre los 10 mil y 15 mil millones de dólares. Estas cifras se basan en estimaciones proporcionadas por Chuck Watson, un experto modelador de desastres de Enki Research, que ha sido consultado para evaluar el impacto financiero del fenómeno meteorológico.
Chuck Watson, el modelador de desastres, señaló que las pérdidas económicas podrían aumentar aún más debido a la inminente llegada de la temporada alta en Acapulco, que normalmente abarca desde diciembre hasta marzo. Durante esta temporada, la ciudad costera suele recibir una afluencia significativa de turistas nacionales e internacionales, lo que representa una parte crucial de sus ingresos anuales.
El impacto económico de la temporada alta es esencial para la recuperación económica de la región, y cualquier demora o interrupción en la restauración de la infraestructura turística y hotelera podría tener repercusiones significativas en la economía local.
