La campaña permanente

Por: Alejandra López Martínez

Las campañas electorales para el Poder Judicial iniciaron oficialmente hace unas semanas, aunque parece que estamos en campaña desde el 15 de septiembre, cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum firmaron la promulgación de la ley. Aprovechando vacíos legales, algunas ministras en funciones comenzaron a promocionarse y a utilizar más activamente sus redes sociales. Lo mismo hicieron otras posibles candidaturas, buscando ganar terreno en este momento tan particular para sus carreras.

Para quienes hacen campaña por primera vez, surgieron muchas dudas: ¿a quién y cómo hablarle?, ¿cómo usar las redes?, ¿los “likes” y seguidores se traducen en votos? Mientras tanto, quienes nos dedicamos a la consultoría en comunicación política veíamos que llegaban tarde y que, sin una estrategia clara, se perderían en un mar de contenido genérico, irrelevante para el algoritmo y para buena parte del electorado. Solo las personas muy politizadas o aquellas involucradas directamente en las campañas se interesarían por el contenido que explicaba qué hace un juez, una jueza, un magistrado o una magistrada.

La clave era volverse viral, pero ¿a qué costo? Algunas candidaturas lo lograron, incluso llegaron a medios nacionales, pero esto no necesariamente fortaleció su reputación. Faltó detenerse a pensar: ¿cómo quiero que me vean el 2 de junio, cuando todo haya pasado, gane o pierda?

Pocos han invertido en la campaña permanente: el trabajo constante en la construcción de marca personal. Esto es evidente en el mundo empresarial y del entretenimiento, pero en la política sigue sin asumirse del todo. Una persona que aspire a un cargo de elección popular en 2027 no puede esperar a los tiempos oficiales de campaña para construir su presencia pública ni para definir su propuesta única de valor. Nadie debería llegar a los 60 días de campaña sin nada que ofrecer, con la única motivación de obtener poder por el poder.

Los políticos también deben encontrar sus causas antes que sus cargos, hablar de ellas, estudiarlas y comprenderlas. Para ello, aunque las leyes electorales restrinjan cada vez más los tiempos y espacios de campaña, es necesario hablar más de las causas y de las personas que están en la política para transformar realidades. Y hablar menos de la viralidad y la superficialidad que dominan los trends en redes sociales.

Noticias recientes

Related articles

¿Tienes un evento social en puerta?

spot_imgspot_img