Por Alan Benitez
La campana que marcó el inicio de la lucha por la independencia de México en 1810 no solo es una pieza histórica invaluable, sino que sigue siendo parte activa de las celebraciones patrias. Esta icónica campana, que Miguel Hidalgo y Costilla hizo sonar para convocar al pueblo a levantarse en armas, aún existe y se conserva en el Palacio Nacional en la Ciudad de México.
Un Tesoro Histórico en el Palacio Nacional
Ubicada en el Palacio Nacional, la campana de Hidalgo es un recordatorio tangible de uno de los momentos más significativos en la historia de México. Aunque ha pasado más de dos siglos desde que retumbó por primera vez en la parroquia de Dolores, su poder simbólico sigue siendo tan fuerte como en aquella madrugada del 16 de septiembre de 1810.
La Campana y el Grito de Independencia
Cada año, durante la ceremonia del Grito de Independencia, la campana de Hidalgo es utilizada para replicar aquel acto que marcó el inicio del movimiento independentista. El presidente de México, desde el balcón del Palacio Nacional, hace sonar la campana en un ritual que une a los mexicanos en un grito de unidad y libertad.
Un Símbolo de Libertad y Unidad
La preservación de la campana en el Palacio Nacional no solo asegura la conservación de un artefacto histórico, sino que también mantiene viva la memoria de la lucha por la independencia. Cada 15 de septiembre, al escuchar su resonar, los mexicanos recuerdan el valor y el sacrificio de quienes lucharon por la libertad del país.