Kanye West volvió a ser el centro de atención este viernes tras presentarse en el tribunal federal de Manhattan, donde Sean “Diddy” Combs enfrenta un proceso judicial por cargos relacionados con tráfico sexual, conspiración y transporte con fines de prostitución.

Llegada controversial
El rapero, de 48 años, fue captado por la prensa cuando descendía de un vehículo negro y se tomaba una selfie con un fan antes de entrar al edificio judicial. Vestido con un conjunto de mezclilla blanca similar al que usó el día anterior, Kanye caminó sin pronunciar palabra, siempre con sus gafas oscuras puestas.
Un apoyo mal visto
Su presencia fue confirmada por la cadena ABC News, a través de un video difundido por la reportera Reena Roy en TikTok. Aunque evitó responder si testificaría a favor del productor, West afirmó que estaba allí para mostrar su apoyo. Su esposa, Bianca Censori, también se encuentra en Nueva York, pero no lo acompañó en la audiencia.
Fuentes de CNN revelaron que la visita fue coordinada con Christian “King” Combs, hijo de Diddy, con quien West estaría trabajando en proyectos musicales. Dentro del tribunal, West se reunió brevemente con Christian en una sala de espera, antes de retirarse sin intervenir directamente en la audiencia.
El respaldo de Kanye no es nuevo. Desde septiembre de 2024, cuando se anunció la detención de Combs, West ha manifestado su solidaridad públicamente. En febrero de este año, publicó en su cuenta de X (antes Twitter): “FREE PUFF”, y más tarde acusó a otros artistas de permanecer en silencio ante la situación legal del productor.