Por Kathya Contreras
La vicepresidenta Kamala Harris ha lanzado una nueva campaña publicitaria para destacar su ambicioso plan de construir tres millones de viviendas en los próximos cuatro años. Esta propuesta busca mitigar la presión inflacionaria en el mercado de la vivienda y marcar un contraste claro con las políticas de su rival republicano, Donald Trump.
En un anuncio de un minuto, publicado el martes, Harris comparte su experiencia personal al haber crecido en casas de alquiler mientras su madre ahorraba durante una década para adquirir una propiedad. Este testimonio pretende conectar emocionalmente con los votantes y subrayar la necesidad urgente de soluciones en el sector de la vivienda.
La campaña de Harris está dirigida a electores en estados clave como Arizona y Nevada. Además, su equipo de campaña llevará a cabo 20 eventos esta semana centrados en el tema de la vivienda, con el objetivo de impulsar el apoyo a su plan.
El programa de Harris incluye una propuesta para ofrecer hasta 25 mil dólares en asistencia a los compradores de vivienda por primera vez. Esta medida es especialmente relevante en un contexto de aumento de los costos de vivienda, que han subido un 5.1% en el último año, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. Este incremento supera a la inflación general, que ha sido del 2.9%.
Dan Kanninen, director de la campaña en los estados disputados, señaló: “La vicepresidenta Harris reconoce la necesidad de abordar la crisis de vivienda con medidas concretas. Su plan no solo busca resolver la escasez de viviendas, sino también enfrentar a los grandes arrendadores corporativos y los bancos de Wall Street que están impulsando los precios de alquiler y de la vivienda”.
El plan de Harris también contempla incentivos fiscales para los constructores que se enfoquen en viviendas para compradores primerizos y expande los beneficios para empresas que construyan viviendas en alquiler. Además, propone duplicar la financiación a 40 mil millones de dólares para incentivar a los gobiernos locales a eliminar las barreras de zonificación que limitan la construcción de nuevas viviendas.
En contraste, la administración de Donald Trump, a pesar de su experiencia en el sector inmobiliario, no logró resolver la escasez de viviendas, un problema que se intensificó durante su presidencia. La crisis de vivienda se agravó con el aumento de la inflación y los costos asociados a la recuperación de la pandemia, así como a los efectos económicos de la invasión rusa a Ucrania. La alta inflación también afectó negativamente la aprobación del presidente Joe Biden, a quien los republicanos y algunos economistas han responsabilizado por el aumento de precios.
Con su nueva campaña, Kamala Harris busca ofrecer una solución integral a la crisis de vivienda, marcando una diferencia significativa respecto a las políticas anteriores y posicionándose como una alternativa viable para el futuro.