Juan Pablo Cervantes se coronó este miércoles como el tercer medallista de oro para México en los Juegos Paralímpicos de París 2024, alcanzando además un nuevo récord americano. A sus 32 años, el paratleta brilló en la final de 100 metros categoría T54, con un tiempo de 13.74 segundos, en el Stade de France, consolidando su lugar en la historia del deporte paralímpico mexicano.
Desde niño, Juan Pablo encontró en el deporte y el arte dos pasiones que han marcado su vida. A pesar de haber sido diagnosticado con artrogriposis múltiple congénita, una condición que afecta el desarrollo de sus extremidades inferiores, nunca permitió que eso lo detuviera. Desde pequeño evitaba el uso de su silla de ruedas, prefiriendo trasladarse con sus manos o en una patineta mientras disfrutaba de actividades como el fútbol y el baloncesto en su escuela.
Cervantes también desarrolló una fuerte afición por el dibujo, lo que incluso lo llevó a dejar la escuela durante un tiempo. Sin embargo, su madre lo motivó a regresar, y en la adolescencia, una amiga de la familia le sugirió probar el atletismo adaptado, un deporte en el que rápidamente mostró un talento extraordinario. Después de obtener una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, este año alcanzó la gloria olímpica en París.
Una victoria personal y un récord continental
Tras su impresionante victoria, Cervantes dedicó su logro a sí mismo, destacando las dificultades emocionales que ha superado en su camino al éxito. “Siempre he dedicado mis medallas a muchos: amigos, familia, entrenadores… pero esta vez me la dedico a mí”, expresó con orgullo el velocista mexicano.
Con su triunfo, México alcanzó las 11 medallas en estos Juegos Paralímpicos, ocupando la posición 23 en el medallero general, y dejando una huella imborrable con el récord americano establecido por Juan Pablo en su categoría.