La noche en Bruselas quedó marcada por uno de los momentos más impactantes en la historia de WWE: John Cena, el otrora héroe de la compañía, se presentó en Monday Night RAW con una actitud completamente distinta, desatando su furia contra los fanáticos que durante años lo han ovacionado y criticado por igual.

Declaraciones
“No necesito su aprobación. Me están haciendo esto muy fácil”, fueron las primeras palabras de Cena al tomar el micrófono, dejando en claro que culpa a los aficionados por su inesperada decisión de unirse a The Rock y traicionar a Cody Rhodes en Elimination Chamber. Según él, los fanáticos han abusado de él durante 20 años, forzándolo a ser su “marioneta”.
“Gane o pierda, me odiaban. Lo di todo por 10 años más y también me odiaban”, sentenció Cena, mientras los abucheos aumentaban. Su discurso se volvió aún más crudo cuando acusó a los fanáticos de solo usar su imagen como mercancía, en referencia a su gira de despedida, y de nunca haberse preocupado por él como ser humano.
Confrontación
Pero la confrontación no terminó ahí. Cody Rhodes, el actual campeón de WWE, irrumpió en la arena para encarar a Cena. “Dices que los fans te dieron lo peor, pero también te dieron lo mejor y siempre respondiste”, reclamó Rhodes. La tensión creció cuando Cena lo llamó “chico”, lo que desató la furia del campeón. “Basta ya, Cena. Y no soy ningún chico, soy el campeón de WWE”, exclamó Rhodes.
Antes de retirarse, Rhodes le dejó un mensaje claro: si esa era la versión de Cena que enfrentaría en WrestleMania 41, lo iba a retirar antes de tiempo. Sin mediar palabra, Cena tiró el micrófono y se marchó en medio de un mar de abucheos.