Por Sofia Swindall
El Ejército de Israel intensifica sus preparativos para una posible invasión terrestre en Líbano, tras el aumento de los enfrentamientos con el grupo Hezbolá. Este miércoles, el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, anunció que las fuerzas israelíes continúan “preparando el terreno” para una eventual entrada en territorio libanés, mientras siguen los ataques aéreos para debilitar a Hezbolá.
Ataques de Hezbolá alcanzan Tel Aviv
En respuesta, Hezbolá ha lanzado varios ataques contra Israel, incluyendo el disparo de un misil que impactó cerca de Tel Aviv. Este hecho marca la primera vez que un proyectil de Hezbolá alcanza el centro de Israel, lo que desató la activación de las sirenas antiaéreas en toda la región. Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños significativos. El Ejército israelí informó que el misil fue interceptado y que atacaron la ubicación en el sur del Líbano desde donde fue lanzado.
Hezbolá, por su parte, afirmó que el misil balístico Qader 1 fue dirigido contra una base del Mossad, acusando a la agencia de inteligencia israelí de varios ataques recientes contra sus altos mandos.
Israel intensifica sus ataques
El conflicto ha causado ya más de 600 muertes en Líbano, según el Ministerio de Salud libanés. En los últimos días, Israel ha llevado a cabo al menos 280 ataques aéreos en todo el país, impactando lanzaderas de cohetes que han sido utilizadas para disparar contra ciudades israelíes como Safed y Nahariya.
La situación ha forzado el desplazamiento de más de 90,000 personas en Líbano, con cientos de miles huyendo hacia Beirut y Sidón. Muchas de estas familias están durmiendo en refugios improvisados, parques y coches, mientras intentan escapar del conflicto. Naciones Unidas estima que más de 200,000 personas han sido desplazadas desde que Hezbolá intensificó sus ataques contra Israel.
En Israel, el impacto de los ataques ha alterado la vida cotidiana en el norte del país, especialmente en Haifa, donde muchos comercios han cerrado y las calles lucen vacías. Además, miles de soldados israelíes que prestaban servicio en Gaza han sido trasladados a la frontera norte en previsión de un posible ataque terrestre.
Israel ha dejado claro que responderá con fuerza a cualquier nuevo ataque, mientras que Hezbolá ha prometido mantener sus ofensivas hasta que se declare un alto el fuego en Gaza, un escenario que parece aún lejano.