Conflicto militar en curso en la región de Gaza, con el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, anunciando que la ofensiva no se detendrá hasta que Israel logre sus dos objetivos principales: “destruir a Hamás y devolver los rehenes”. La declaración sugiere una escalada en las operaciones militares en Gaza por parte de Israel.
Gallant compartió información sobre la situación operativa con el coordinador especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Brett McGurk, quien se encuentra en Israel como parte de una gira destinada a mediar en la solución del conflicto en Gaza. El comunicado de Defensa destaca la complejidad de las operaciones debido al atrincheramiento de Hamás en entornos urbanos y su presunto uso de instituciones civiles, como hospitales, para actividades militares.
Además, se discutió la situación de los rehenes, con información de inteligencia y detalles sobre su estado. La inclusión de ciudadanos israelíes y estadounidenses como rehenes subraya la dimensión internacional del conflicto.
Es importante señalar que las declaraciones del ministro israelí agradeciendo el apoyo de la administración de Estados Unidos sugieren una estrecha colaboración en la estrategia militar y una alineación en la narrativa sobre el supuesto uso de hospitales por parte de las milicias palestinas.
Este desarrollo subraya la gravedad del conflicto en curso y la complejidad de las operaciones militares en entornos urbanos. La mediación internacional, como la de Estados Unidos, puede jugar un papel crucial en la búsqueda de soluciones y en la gestión de las tensiones en la región.
Horas después, el Ejército israelí confirmaba que había entrado al hospital para una “incursión localizada” esta madrugada después de cinco días de asedio.
“Las partes también discutieron los esfuerzos humanitarios y los desafíos para facilitar la ayuda humanitaria a la población civil, así como el papel de la comunidad internacional para permitir el aumento de la entrega de suministros urgentes”, señaló el comunicado de Defensa.