Un video viral en TikTok protagonizado por la influencer estadounidense Natalie Reynolds desató indignación y un intenso debate sobre la ética en las redes sociales. En la grabación, Reynolds ofreció 20 dólares a una mujer en situación de calle en Austin, Texas, para que se lanzara a un lago local, a pesar de que la mujer no sabía nadar.

La propuesta, presentada como un “reto” o una “búsqueda del tesoro”, fue aceptada por la mujer debido a su vulnerabilidad económica. Sin embargo, la situación se volvió peligrosa cuando, al caer al agua, comenzó a pedir ayuda desesperadamente. Bomberos locales tuvieron que intervenir para rescatarla y evitar una tragedia.
Lo que agravó la controversia fue la reacción de la influencer y su equipo, quienes se alejaron del lugar riendo mientras la mujer luchaba por salir del agua. Este comportamiento fue duramente criticado por usuarios y defensores de los derechos humanos, quienes denunciaron la explotación y humillación de personas en situación vulnerable con fines de entretenimiento digital.

Frente a la presión social y denuncias masivas, TikTok decidió suspender la cuenta de Natalie Reynolds, impidiendo que continuara publicando contenido y limitando su acceso a la plataforma. La medida refleja la creciente responsabilidad que tienen las redes sociales para evitar la difusión de retos peligrosos y proteger a usuarios en contextos delicados.
Este incidente ha reavivado el debate sobre los límites éticos del contenido viral y la necesidad de mayor regulación para evitar que la búsqueda de popularidad ponga en riesgo la integridad física y emocional de personas vulnerables.