Por Frida Rebollar.
En la primera quincena de diciembre, la inflación general anual en México alcanzó un 4.44%, el nivel más bajo registrado desde la segunda quincena de marzo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este descenso marca la tercera quincena consecutiva de reducción en la tasa inflacionaria, lo que refuerza la tendencia de desaceleración que se ha venido observando en las últimas semanas.
El retroceso en la inflación se atribuye a una menor presión en algunos precios generales, aunque el periodo no estuvo exento de retos. Según los datos del Inegi, los costos de frutas y verduras, así como de colegiaturas, mantuvieron presiones significativas sobre el índice.
Las frutas y verduras, en particular, experimentaron un incremento del 11.23% anual, destacando la sandía y la uva, cuyos precios se dispararon un 37.93% y 36.07%, respectivamente. Estos incrementos reflejan factores estacionales y posibles desequilibrios en la oferta y demanda.
Aunque el panorama inflacionario general muestra una mejora, el impacto en productos específicos sigue representando un desafío para los consumidores, quienes aún enfrentan costos elevados en rubros esenciales.
