Por: Elizabeth Flores.
En un hecho inédito en la historia judicial del país, en los primeros segundos de este miércoles 21 de agosto, jueces y magistrados se unieron al paro nacional indefinido de trabadores del Poder Judicial de la Federación, en contra de la propuesta de Reforma Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al hacer uso de la palabra, a nombre de sus compañeros, la jueza Juana Fuentes Velázquez, advirtió que, “sin una justicia independiente, las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se destruirá, y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria”.
La juzgadora fue más allá, al sentenciar que “nos encaminamos hacia una crisis constitucional que, de no ser detenida, dejará cicatrices profundas en el tejido social. Por eso mismo, hemos decidido la suspensión de labores desde el 21 de agosto como acto legítimo contra la reforma”.
Fuentes Velázquez, sostuvo que esta acción no se toma a la ligera y que es imperativo defender la democracia y la justicia para las futuras generaciones. Agregó que la independencia judicial no debe ser vista como un privilegio, sino como una garantía esencial para la protección de los derechos humanos.