Por Diana Silva
La problemática del agua contaminada en varias zonas de la Ciudad de México, especialmente en la alcaldía Benito Juárez, sigue siendo motivo de preocupación para los residentes. A pesar del tiempo transcurrido desde los primeros reportes, el gobierno local aún no ha proporcionado información definitiva sobre la calidad del suministro de agua.
A mediados de marzo, surgieron denuncias sobre la calidad del agua en nueve colonias de Benito Juárez. Los residentes afectados, preocupados por su salud y bienestar, presentaron quejas al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex). Inicialmente, el Sacmex descartó la presencia de olores desagradables en muestras recolectadas en cuatro colonias, pero el 8 de abril, el jefe de Gobierno, Martí Batres, confirmó la presencia de residuos de aceite y lubricantes tras un análisis más detallado.
Desde entonces, la falta de transparencia y comunicación por parte de las autoridades ha provocado la indignación de los residentes. En respuesta, algunos vecinos realizaron bloqueos en vías importantes, como Insurgentes, exigiendo una investigación exhaustiva sobre el origen de la contaminación y la provisión inmediata de agua limpia.
Dos universidades han llevado a cabo estudios sobre la calidad del agua en Benito Juárez. El estudio más reciente, realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), detectó compuestos derivados del petróleo, lo que plantea posibles riesgos para la salud de la comunidad.
Por otro lado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó análisis físico-químicos en muestras de agua, que mostraron resultados dentro de los rangos normales en varios parámetros, aunque no se encontraron hidrocarburos, a pesar de los informes de los residentes sobre el olor a gasolina en el agua.
Ante la creciente preocupación de los residentes, el gobierno de la Ciudad de México ha tomado algunas medidas, como la limpieza de cisternas y la distribución de garrafones con agua limpia. Se han establecido puntos de acceso para que los vecinos puedan obtener agua segura, aunque persisten las demandas de una solución permanente y una comunicación clara por parte de las autoridades para abordar las inquietudes de los ciudadanos y proteger su salud y bienestar.
