Como “absolutamente inaceptable”, consideró la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, ocurrido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
“El asesinato del Padre Marcelo es absolutamente inaceptable. Su labor era ampliamente reconocida por los pueblos indígenas en Chiapas, y a nivel internacional. A pesar de contar con medidas de protección y de las constantes denuncias sobre las agresiones que enfrentaba, éstas resultaron insuficientes para impedir su asesinato”, destacó Jesús Peña Palacios, Representante Adjunto en México de la ONU-DH.
Tras instar a las autoridades realizar una investigación pronta, exhaustiva y eficaz, la ONU-DH informó en un comunicado que el padre y defensor indígena de los derechos humanos fue atacado luego de oficiar una misa en el Barrio de Cuxtilali, en San Cristóbal de las Casas, cuando sujetos en motocicleta dispararon repetidamente contra su vehículo.
Las autoridades de Chiapas confirmaron que el párroco, quien desde 2015 era beneficiario de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido al riesgo constante que enfrentaba su vida e integridad personal por su labor en defensa de los derechos humanos en Simojovel y otros lugares del estado, perdió la vida instantáneamente.
De 2017 a la fecha, la ONU-DH ha documentado al menos 134 asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en México, por su labor, y en lo que va del año, al menos siete personas defensoras han sido asesinadas en el país, reveló el organismo.
En el marco de su gira por Yucatán, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que ya se investiga el homicidio del sacerdote Marcelo Pérez Pérez y que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, estuvo en contacto con autoridades locales y eclesiásticas.