Por: Jesús Solano Lira
Los que siguen gozando de impunidad en varios municipios de la Zona Oriente del Valle de México, son los integrantes del Sindicato 22 de octubre, liderados por Guillermo Fragoso Báez, ándele ese mero, al que le pusieron explosivos en su casa en julio pasado en Santa María Chiconautla, allá en Ecatepec.
Y ahí le van los municipios y alcaldías en los que opera ese sindicato, que, según fuentes policíacas, es una célula de la organización criminal de la Familia Michoacana, y principal generadora de violencia en Ixtapaluca, Ecatepec, Chimalhuacán, Texcoco, Valle De Chalco, Los Reyes y San Vicente Chicoloapan, así como en las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Venustiano Carranza. Quiúboles, harto terreno para delinquir.
Pues bien, este distinguido personaje que se victimizó tras ese atentado en su casa, y aseguro que es una finísima persona, chambeadora y se disfrazó de blanca paloma, la semana pasado invadió el terreno de un empresario sobre la Avenida Las Torres, con una extensión de 1,800 metros cuadrados.
Al percatarse de la invasión del terreno, que fue abierto por la fuerza por sujetes del Sindicato 22 de octubre, los dueños fueron a reclamar por la invasión y acreditaron la posesión del mismo. El recibimiento fue con armas largas y amenazados de muerte, al estilo de esa organización delictiva, y miré que yo no le puse el calificativo, así está considerada por la Fiscalía de Justicia mexiquense.
Los empresarios nos confiaron que esta semana presentarán la denuncia correspondiente por intento de homicidio, allanamiento de morada e invasión de propiedad privada, y buscarán un acercamiento con la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, así como con la presidenta municipal electa de Ecatepec, Azucena Cisneros Coss, para solicitar que se frenen los abusos que constantemente comete esa agrupación en contra de verdadera gente trabajadora.
Desde hace muchos años, Christian Jesús Castillo Grimaldo, El Jimmy, y Guillermo Fragoso Báez, El jefe, encabezan el Sindicato 22 de octubre, organización delictiva dedicada a la extorsión al transporte de carga y de pasajeros, cobro de piso, invasión de predios, invasión de rutas de transporte, homicidios, ataques a las vías de comunicación, daños en propiedad ajena, entre otras monerías.
Detrás de “El Jimmy” y “El Jefe” hay toda una cadena de actos delictivos. Ellos fueron expulsados hace cuatro años de Confe deración Libertad de Trabajadores de México (CLTM), conocido popularmente como Sindicato Libertad, por sus actitudes violentas contra obreros y comerciantes.
Se les ha involucrado en diversos hechos violentos y delictivos, pero por extraña razón no les han echado el guante las autoridades, se sienten protegidos por jefes policiacos tanto del Estado como de la Ciudad de México.
Es más, su grupo rival es el Sindicato Libertad, que no canta mal las rancheras, y también es una organización generadora de violencia en la Zona Oriente del Valle de México, e íntimamente ligada al Cártel de Tláhuac, responsable de varios delitos. Ambas agrupaciones se disputan el cobro de piso y las extorsiones en esa conflictiva zona del Valle de México.
Tanto el Sindicato Libertad como el 22 de octubre, han sido reiteradamente señalados por empresarios, pequeños y medianos comerciantes, distribuidores de agua potable y gas, de acaparar sus negocios, a través de la extorsión y cobro de piso, con violencia e intimidación. Lamentable que en el actual gobierno de Morena se aplique la política del NO PASA… NADA, cuando pasa de todo en la Zona Oriente.
Y la amenaza del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quedó solo en palabras que se llevó el viento, ya que en 2022 advirtió que iría por los cabecillas de esas organizaciones, pero funcionó más su política de abrazos, no balazos, que el peso de la justicia.
Estos finísimos personajes fueron responsables de los hechos violentos ocurridos el 27 de abril de 2022, en la cementera Cruz Azul, ubicada en Tula, Hidalgo, donde fallecieron ocho personas, hubo 11 lesionados y 10 detenidos; estos últimos, integrantes del Sindicato 22 de octubre y la USON, quienes minutos después fueron puestos en libertad, así el tamaño de la impunidad con que gozan.