Por Valeria Vázquez
El tercer día del Corona Capital quedó marcado por la energía desbordante de Iggy Pop, quien conquistó al público con un show inolvidable. A sus 70 años, el “Padrino del Punk” demostró que sigue siendo una fuerza imparable sobre el escenario, entregándose por completo a los miles de asistentes que no dejaron de corear y bailar.
Con su emblemática melena al viento y un chaleco que lanzó al público en menos de 30 segundos, Iggy apareció como un torbellino de energía. Su grito de “¡Rock power, baby!” desató una explosión de emoción entre los fans, que comenzaron a empujarse en las primeras filas, siguiendo el ritmo del ícono punk.
El músico no solo brilló con su presencia y movimientos frenéticos, sino también con una banda que incorporó trombones, trompetas y un teclado, añadiendo un toque único y revitalizador a su característico sonido. “Es como ver a un abuelo del punk con más energía que todos nosotros juntos”, comentó un joven asistente maravillado por el despliegue del rockero.
Iggy Pop no dejó nada sobre el escenario, demostrando por qué sigue siendo un referente para las nuevas generaciones y un pilar indiscutible de la historia del rock.