Hermila Galindo: La voz que rompió el silencio

La pionera feminista que desafió al México posrevolucionario con ideas, palabra y acción

¿Quién fue Hermila Galindo?

Nacida en Villa Lerdo, Durango, en 1886, Hermila Galindo Acosta fue mucho más que una activista: fue una visionaria que enfrentó cara a cara una sociedad profundamente patriarcal, en un México que apenas comenzaba a redefinirse tras la Revolución.

Desde joven, Galindo mostró una inteligencia aguda y una enorme inquietud por la política y los derechos sociales. En una época en la que el papel de la mujer era casi exclusivamente doméstico, ella se atrevió a hablar, escribir y participar en la vida pública. Y eso cambió la historia.

Activismo desde la palabra

Una de las grandes armas de Hermila fue la escritura. Su voz resonó en artículos, conferencias y discursos que pusieron sobre la mesa temas impensables para su tiempo: el derecho al voto femenino, la educación sexual, la emancipación económica de las mujeres y la separación entre Iglesia y Estado.

En 1915 fundó “La Mujer Moderna”, una revista que se convirtió en plataforma para debatir ideas feministas y liberales. Este medio fue una rareza, pero también un grito de lucha, convirtiéndose en el primer órgano editorial feminista en México.

Aliada de la Revolución, pero crítica del sistema

Galindo fue también una figura clave durante el gobierno de Venustiano Carranza, a quien apoyó activamente. Incluso fue su representante en eventos internacionales, promoviendo la imagen de un México moderno y progresista.

Sin embargo, su feminismo la llevó a chocar con muchos de sus contemporáneos, incluso dentro del mismo movimiento revolucionario. Cuando presentó su propuesta para incluir los derechos políticos de las mujeres en la Constitución de 1917, fue rechazada. A pesar del revés, ella nunca se rindió.

Primera mujer en postularse a un cargo público

En 1917, Hermila Galindo hizo historia al convertirse en la primera mujer mexicana en postularse como diputada. Aunque no obtuvo el cargo, su candidatura fue un acto de rebeldía pacífica, un precedente político sin igual que abrió camino para las generaciones siguientes.

Ese gesto valiente demostró que las mujeres no solo podían votar, también podían ser votadas.

Legado que no se olvida

Hermila Galindo murió en 1954, un año después de que las mujeres mexicanas lograran el derecho al voto. Aunque no vivió para ver la consolidación completa de sus ideales, su lucha fue fundamental para que eso ocurriera.

En 2020, su rostro fue incluido en los billetes de 1000 pesos mexicanos, como símbolo del reconocimiento a su papel en la historia. Hoy, su legado vive en cada derecho conquistado, en cada urna abierta y en cada mujer que alza la voz en la vida pública.

“La mujer debe dejar de ser adorno inútil del salón, debe tener una educación racional, y participar en la vida política y social del país.”
Hermila Galindo

Noticias recientes

Related articles

¿Tienes un evento social en puerta?

spot_imgspot_img