Lewis Hamilton protagonizó un incidente durante la segunda jornada de pruebas privadas de Ferrari en el Circuito de Barcelona-Catalunya. El piloto británico, que estaba al volante del SF-23 en la sesión matinal, perdió el control del monoplaza alrededor de las 11 de la mañana y terminó impactando contra las barreras de seguridad.
Afortunadamente, Hamilton salió ileso del accidente, aunque el coche sufrió daños significativos en la suspensión y en algunos elementos aerodinámicos. El equipo de Ferrari, bajo la dirección de Matteo Togninalli, está evaluando los desperfectos mientras que los ingenieros analizan la telemetría para determinar la causa exacta del choque.
Este contratiempo ha afectado la planificación de la escudería, ya que Charles Leclerc tenía previsto tomar el relevo por la tarde. Sin embargo, debido al tiempo necesario para reparar el SF-23, su sesión se retrasará.
Ferrari se encuentra en Barcelona realizando una “Prueba TPC” (Test con coches previos), una sesión de entrenamientos regulada por la FIA que permite a los equipos rodar con monoplazas de temporadas anteriores. Estos test son clave para la adaptación de Hamilton a su nuevo equipo y para que Leclerc continúe con su preparación de cara a la nueva temporada.
A pesar del accidente, Ferrari aún dispone de margen para completar su programa de pruebas, ya que las reglas de la FIA permiten un máximo de 1.000 kilómetros por piloto en este tipo de test. Hasta ahora, Hamilton solo ha podido rodar 89 km en Fiorano y Leclerc 42 km debido a la lluvia, lo que deja suficiente recorrido disponible para aprovechar los días restantes en Barcelona.
