Por Sofia Swindall
El gen Merle es responsable de uno de los patrones de pelaje más fascinantes y variados en los perros, destacándose por su belleza y su carácter exótico. Sin embargo, criar perros con este patrón conlleva responsabilidades importantes, ya que el gen puede afectar la salud y el bienestar de los animales. A continuación, exploramos en detalle las implicaciones del gen Merle y las precauciones que deben tomarse al criar perros con este patrón.
Características del pelaje Merle
El pelaje Merle se distingue por su efecto de dilución en un color sólido, generando manchas irregulares sobre un fondo más claro. Este patrón, que puede ser azul (Blue Merle) o colorado (Red Merle), resulta de una mutación en el gen PMEL17 y se hereda con dominancia incompleta. Esto significa que una sola copia del gen mutado es suficiente para producir el patrón característico en el pelaje del perro.
Riesgos del Doble Merle
Cuando dos perros Merle se cruzan, existe un 25% de probabilidad de que nazcan cachorros con Doble Merle, es decir, con dos copias del gen mutado. Estos perros suelen presentar graves problemas de salud, como:
- Sordera
- Ceguera
- Sensibilidad extrema al sol
- Riesgo elevado de cáncer de piel
El principal problema radica en la falta de pigmento en áreas clave, como los ojos y el oído interno. Mientras que los Merles heterocigotos (Mm) generalmente tienen suficiente pigmentación, los Dobles Merles (MM) muestran grandes áreas blancas donde el pigmento no se desarrolla.
Por esta razón, nunca se deben cruzar dos perros Merle. La cría responsable debe priorizar la salud, el temperamento y la conformación del animal, dejando el color como un aspecto secundario pero siempre dentro de los estándares de la raza.
¿Cómo saber si mi perro porta el gen Merle?
Para identificar si un perro es portador del gen Merle, o para determinar variantes como el alelo no Merle (m) o el Merle críptico (Mc), se recomienda realizar un test genético. Los resultados de este análisis permiten a los criadores tomar decisiones informadas para evitar problemas de salud en las futuras camadas.
El gen Merle es una joya genética que aporta belleza y singularidad, pero su manejo incorrecto puede tener consecuencias serias. Por ello, es un color que debería estar en manos de criadores experimentados que comprendan a fondo las implicaciones genéticas y de salud asociadas.
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