Por Daniela Altamirano
Un potente terremoto de magnitud 7.1 sacudió el sudoeste de Japón este jueves, activando una alerta de tsunami de hasta un metro para las costas del Pacífico en la región. El sismo se produjo a las 16:43 hora local frente a la prefectura de Miyazaki, en la isla de Kyushu, a una profundidad de 30 kilómetros. La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) revisó la magnitud inicial de 6.9 a 7.1, y el temblor alcanzó una intensidad 6 inferior en el este de Miyazaki y una intensidad 5 inferior en el resto de la provincia y en Kagoshima.
Las primeras olas del tsunami llegaron poco después del temblor, con registros de 20 centímetros en Nichinan y hasta medio metro en Miyazaki. La JMA ha advertido sobre la posible llegada de olas adicionales, instando a los residentes a mantenerse alejados de las costas y desembocaduras de los ríos. A pesar de las alertas, no se han reportado daños significativos o víctimas hasta el momento.
Las autoridades están evaluando los daños, y se han reportado daños menores como la ruptura de cristales en el aeropuerto de Miyazaki y el desplazamiento de tierra en Shibushi. También se ha registrado el derrumbe de una vivienda en Osaki, pero aún no se han confirmado heridos. Las líneas de tren locales en Miyazaki y Kagoshima han sido suspendidas, y se han cerrado tramos de autopistas para inspección.
En respuesta al terremoto, los operadores de las centrales nucleares en Sendai y Ikata están revisando el estado de los reactores, aunque no se han reportado anomalías hasta ahora. El Gobierno japonés ha establecido un equipo de emergencia para gestionar la situación y coordinar las medidas de respuesta.
Expertos advierten sobre la posibilidad de réplicas en los próximos días y sugieren que este terremoto podría ser un preludio de un evento sísmico mayor en la fosa de Nankai, una zona conocida por su alta actividad sísmica. La vigilancia continúa mientras Japón se prepara para posibles eventos futuros.