Por Fernanda Sánchez
La temporada decembrina, asociada con paz y unión familiar, puede convertirse en una carga abrumadora para muchas mujeres debido a las expectativas sociales y familiares. Aunque estas festividades son vistas como momentos de alegría, las mujeres a menudo enfrentan una carga desproporcionada de responsabilidades que afecta su bienestar físico y mental.
La carga invisible del trabajo no remunerado
En México, tres de cada cuatro personas que realizan labores de cuidado son mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Durante las fiestas, las mujeres asumen tareas adicionales como decorar, organizar reuniones, preparar cenas y atender invitados, sumando estrés emocional y físico.
María Elena Esparza Guevara, presidenta de Ola Violeta AC, destacó que las mujeres dedican el 66% de su tiempo a trabajo no remunerado, frente al 27.9% de los hombres. Esta desigualdad está profundamente enraizada en roles de género tradicionales, que se intensifican en el “maratón decembrino”.
Burnout en mujeres: causas y síntomas
El burnout, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un fenómeno ocupacional, se agrava en las fiestas debido a la sobrecarga de tareas, expectativas poco claras y la falta de apoyo familiar.
Los síntomas incluyen:
- Físicos: fatiga crónica, insomnio, dolores de cabeza.
- Emocionales: irritabilidad, sentimientos de fracaso, pérdida de motivación.
- Conductuales: aislamiento, disminución del rendimiento.
Impacto en la salud mental
Datos de Ola Violeta AC revelan que las mujeres tienen cuatro veces más probabilidades que los hombres de sufrir trastorno afectivo estacional. Este, combinado con el estrés festivo, puede desencadenar ansiedad y depresión.
“Las mujeres suelen ser quienes sostienen el espíritu navideño, sacrificando su tiempo y bienestar, lo que las deja vulnerables al burnout”, explicó Esparza Guevara.
Estrategias para prevenir el burnout
Para unas fiestas más equitativas y saludables, es esencial:
- Compartir responsabilidades: involucrar a todos en las tareas del hogar.
- Establecer límites: separar tiempo personal y familiar.
- Practicar el autocuidado: mantener hábitos saludables y descansar.
- Solicitar ayuda profesional: buscar terapia en casos de estrés severo.
Ola Violeta AC subraya que transformar dinámicas familiares y sociales es clave para garantizar el bienestar de las mujeres. “Adoptar prácticas equitativas no solo alivia el peso de las responsabilidades, sino que avanza hacia la paz y justicia social”, concluyó Esparza Guevara.
Las fiestas decembrinas deberían ser un tiempo de descanso para todos. Reflexionar sobre la distribución de tareas y priorizar la salud mental de quienes sostienen estas tradiciones es el verdadero espíritu de la temporada.
