La influencer neozelandesa Dominique McShain falleció a los 21 años tras una intensa lucha contra el cáncer colorrectal, enfermedad que documentó abiertamente en redes sociales como TikTok e Instagram. McShain, que acumulaba más de 200.000 seguidores, compartió durante más de un año su experiencia con esta enfermedad terminal, generando conciencia sobre la detección temprana y los síntomas de este tipo de cáncer cada vez más común en jóvenes.

El medio People confirmó su fallecimiento este miércoles, poco más de un año después de que la joven anunciara su diagnóstico en fase avanzada. Desde entonces, McShain convirtió su proceso en un legado positivo, alertando a otros sobre la importancia de prestar atención a las señales tempranas de la enfermedad. “Quería marcar la diferencia y, con suerte, ayudar a la gente”, expresó en una de sus publicaciones.
El pasado 6 de abril, la creadora de contenido comunicó que su salud se había deteriorado rápidamente, con fallos hepáticos severos y el cáncer extendido de forma agresiva. En ese momento, anunció que estaba recibiendo cuidados paliativos centrados en aliviar el dolor y mejorar su calidad de vida en sus últimos días.

A lo largo de su proceso, Dominique compartió profundas reflexiones sobre la vida, el amor y la aceptación. Agradeció el apoyo de su esposo, Sean Suson, su familia y amigos, y afirmó: “Mi vida puede ser corta, pero sinceramente creo que la he aprovechado al máximo”.
En mayo de 2024 reveló que el diagnóstico llegó durante su tercer año de psicología clínica, lo que la obligó a dejar sus estudios y trabajo. Sin embargo, encontró en las redes sociales un espacio para generar conciencia sobre el cáncer y compartir su historia con empatía y valentía.
Uno de los momentos más significativos de su último año fue su boda con Sean, celebrada en julio de 2024, seguida de una luna de miel en Tailandia. “No podré tener hijos, pero casarme era algo que sí podía vivir”, explicó.