Por Lizeth Zarazua
La administración del presidente Donald Trump ha solicitado al Pentágono que explore opciones militares para asegurar el acceso sin restricciones al Canal de Panamá, una arteria vital para el comercio internacional. Esta iniciativa refleja preocupaciones sobre la creciente influencia de China en la región y plantea interrogantes sobre la estabilidad geopolítica en América Latina.

La creciente inversión china en infraestructura portuaria en América Latina ha generado inquietudes en Washington. Específicamente, la adquisición de puertos estratégicos en ambos extremos del Canal de Panamá por parte de empresas chinas ha sido percibida como un intento de Pekín por ampliar su influencia en una zona históricamente dominada por Estados Unidos. Esta percepción ha llevado a la administración Trump a considerar medidas para contrarrestar lo que se interpreta como una amenaza a la seguridad nacional y a la libre navegación en el hemisferio occidental.
Repercusiones diplomáticas y legales de una posible intervención militar en Panamá
La posibilidad de que Estados Unidos adopte medidas militares para garantizar su acceso al Canal de Panamá suscita preocupaciones en la comunidad internacional. Cualquier acción de este tipo podría ser vista como una violación de la soberanía panameña y contravendría el derecho internacional. Además, podría deteriorar las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con países de América Latina y otras potencias globales, exacerbando tensiones en una región que valora su autonomía y rechaza intervenciones extranjeras.
La solicitud del presidente Trump al Pentágono para evaluar opciones militares en el Canal de Panamá refleja una estrategia orientada a reafirmar la influencia estadounidense en una zona de importancia geopolítica crítica. Sin embargo, es esencial que cualquier acción considere las implicaciones diplomáticas y legales, promoviendo soluciones que respeten la soberanía de Panamá y el equilibrio internacional.