Por Diana Silva
El grupo yihadista Estado Islámico se atribuye el tiroteo que tuvo lugar este viernes en una sala de conciertos dentro de un centro comercial en las afueras de Moscú, según informó la agencia Amaq, afiliada a la organización.
Según Amaq, el ataque se dirigió a una gran congregación de personas en la ciudad de Krasnogorsk, en las cercanías de la capital rusa, Moscú, donde se causó la muerte y la lesión de cientos de personas, y se infligió un importante daño antes de que los perpetradores se retiraran a sus refugios.
Aunque el comunicado carecía de detalles adicionales, las autoridades de la región de Moscú han informado de al menos 40 muertos y 100 heridos, con más de una veintena de personas hospitalizadas, cinco de ellas en estado crítico. Este trágico incidente se ha convertido en uno de los ataques más mortales en Moscú en las últimas dos décadas.
Las fuerzas de la Guardia Nacional Rusa (Rosgvardia) están en plena búsqueda de los terroristas responsables del ataque, quienes abrieron fuego con armas automáticas en la sala de conciertos antes de que comenzara una actuación del grupo de rock Piknik.
Testimonios visuales compartidos en redes sociales muestran cómo varios individuos disparaban contra la multitud en la entrada del centro comercial, dejando a varias víctimas tendidas en el suelo en medio de un escenario de horror.
Este ataque se produce apenas un día después de que el Estado Islámico reclamara la responsabilidad de un atentado suicida cerca de las oficinas de un banco en el sur de Afganistán, donde murieron al menos 23 personas y otras 60 resultaron heridas.
Las autoridades rusas han condenado enérgicamente el ataque y han prometido tomar medidas contundentes para capturar a los responsables y garantizar la seguridad de la población.