La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la columna vertebral de perros y gatos, causando rigidez y, con el tiempo, la fusión de las vértebras, lo que limita considerablemente su movilidad. Aunque no es una condición común en estas mascotas, ciertos factores pueden predisponerlas a desarrollarla. Entre ellos se encuentran la predisposición genética, ya que algunas razas son más propensas a sufrir trastornos inflamatorios de la columna vertebral, y las enfermedades autoinmunes, que pueden desencadenar una respuesta inflamatoria a nivel vertebral. También las infecciones bacterianas o virales pueden causar una inflamación crónica de la columna y contribuir a la aparición de esta enfermedad.
El envejecimiento es otro factor importante, especialmente en los gatos, cuyos problemas de movilidad pueden afectar su capacidad para acicalarse adecuadamente. La falta de flexibilidad en la columna vertebral de los animales envejecidos provoca un deterioro en su pelaje, lo que es un signo visible de la condición. A medida que la columna se desgasta, la fusión vertebral avanza, lo que agrava el problema.
Los síntomas de la Espondilitis Anquilosante varían según el grado de la enfermedad. Los animales pueden mostrar rigidez en la columna, especialmente después de descansar, y experimentar dolor en la espalda o en la cadera. También es común que tengan dificultad para levantarse, caminar o saltar, lo que limita su movilidad y puede generar un dolor constante. A medida que la enfermedad progresa, la postura del animal tiende a volverse encorvada y su marcha anormal. Además, es frecuente que los animales afectados pierdan el apetito debido al dolor generalizado.
El tratamiento de la Espondilitis Anquilosante se enfoca principalmente en aliviar el dolor y la inflamación, y en mejorar la movilidad del animal. Para ello, los veterinarios suelen recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y, en algunos casos, fisioterapia para mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular. Además, controlar el peso del animal es crucial, ya que el sobrepeso puede aumentar la presión sobre la columna vertebral y empeorar la condición.
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