Por Sharon Oropeza
Xochimilco, reconocido por sus icónicas trajineras y exuberante vegetación, recientemente se convirtió en el escenario de un evento inusual que capturó la atención de locales y turistas por igual. Durante un tranquilo paseo en kayak por sus históricos canales, los visitantes fueron testigos de un espectáculo poco común: dos vacas nadando plácidamente entre las coloridas embarcaciones.
Conocidas rápidamente como las “vaquillas marinas” en las redes sociales, estas curiosas protagonistas añadieron un toque de surrealismo a la experiencia tradicional de Xochimilco. Las imágenes y videos compartidos por los turistas pronto se volvieron virales, destacando la mezcla única de lo rural y lo urbano que define a esta parte de la Ciudad de México.
Este encuentro no solo resalta la adaptabilidad del ganado local, que frecuentemente pasta en las cercanas chinampas, sino también la capacidad de Xochimilco para sorprender con su naturaleza impredecible. Más allá de las trajineras y los mercados flotantes, las “vaquillas marinas” son un recordatorio encantador de que en este oasis urbano, lo extraordinario puede ocurrir en cualquier momento.