A ver, a ver mucho tienen que explicar el presidente municipal de Texcoco, Nazario Gutiérrez Martínez y el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el Estado de México, Nahún Noguera Rico, a quienes habitantes y colectivos de la entidad los acusan de estar involucrados en la autorización de permisos, para que se siga la construcción de locales comerciales en las inmediaciones del Parque Acueducto del Rey. Vivillos desde chiquillos.
Ahhhh, pero usted dirá cuál es el problema, y ahí le va. En 2006, hace ya 19 años, el INAH declaró ese parque zona protegida, por los descubrimientos de vestigios arqueológicos que datan de la era precolombina y virreinal, quiúboles, cómo que quieren darle en la mauser a esa zona de riqueza histórica y aplicar el No Pasa Nada.
Y qué creen, ese año, precisamente en ese año Walmart de México adquirió el terreno para construir una plaza comercial, y durante las excavaciones para cimentación del proyecto fueron descubiertos acueductos, canales, muros, estructuras, entierros, cerámicas, así como otros objetos de piedra en ese espacio donde se asentaron los Jardines del Rey Netzahualcóyotl.
Ante la jugada de la administración municipal y federal, Integrantes del colectivo Red Ciudadana Nodo 56 de Texcoco, Texcoco en el Tiempo; Xooch´ Aleteos de la Cuenca; Calpulli In Ixtli in yolotl San Miguel Tocuila; Colectivo Voces Libres; Texcoco 2020; Tribu Texcoco; Rescate Arqueológico, Histórico y Ecológico de Huexotla A.C., entre otras agrupaciones independientes, denunciaron que pese a la prohibición federal se siguen autorizando las construcciones particulares y de comercios, lo que pone en grave riesgo la riqueza histórica del parque . Pasados de lanza, qué no.
Para ripley, así como lo lee, los inconformes revelaron que en la sesión de cabildo del pasado 15 de mayo, donde estuvieron los representantes de la delegación del INAH estatal, habitantes del centro de Texcoco y los colectivos, además de integrantes del ayuntamiento, así como el alcalde de Morena, Nazario Gutiérrez Martínez, el INAH Edomex declaró que “la mejor manera de conservar los vestigios era realizando construcciones para protegerlos”, hay no mano.
Como siempre sucede, aquí se echan la bolita unos a otros, y nadie se hace responsable de los hechos. Y vienen los deslindes, ya que el área de comunicación social del ayuntamiento de Texcoco, jura y perjura que fue el INAH Edomex el que autorizó los permisos a los dueños, y el gobierno del estado, a cargo de la texcocana Delfina Gómez Álvarez, otorgó las licencias de uso de suelo y “al ayuntamiento de Texcoco, no le quedó de otra que autorizar las licencias de construcción”, ufffff ni a quién reclamarle.
Los colectivos que en verdad son combativos, denunciaron que la intención de los empresarios es convertir el Parque Acueducto del Rey, en una Plaza Comercial enterrando los vestigios arqueológicos hallados por el INAH federal en el 2006, pero con la complacencia del actual INAH Edomex y las autoridades estatales y municipales, y no es de extrañar esa actitud de los funcionarios de Morena a los que poco les importa la riqueza arqueológica y la cultura de nuestros ancestros.
También denunciaron que dentro de la devastación con fines de lucro se encuentran los “grandes ahuehuetes”, que no solo representan identidad, si no parte de la historia y medio ambiente de Texcoco.
Incansables en su lucha en contra de ese proyecto comercial, los colectivos y ciudadanos del primer cuadro de Texcoco, lograron, en 2017, el compromiso de las autoridades municipales de que el parque Acueducto del Rey, fuera un espacio recreativo, se construyera un museo de sitio para mostrar la riqueza arquitectónica y arqueológica de los vestigios precolombinos y virreinales, pero solo quedó en promesa. Como siempre he dicho prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila.
Sin embargo, después de 19 años, se pretende retomar el proyecto de la plaza comercial, por lo que desde abril pasado iniciaron con una serie de movilizaciones, para evitar que la mancha urbana y los intereses particulares y comerciales, ampararos por las autoridades estatales y municipales, dejen bajo tierra cientos de años de riqueza cultural y arqueológica.
Lamentable que a estás alturas del partido no haya sensibilidad de parte de las autoridades federales, estatales y municipales, involucradas en lo que sería un lamentable daño a la historia de la cultura texcocana, y persista la ambición y la indolencia, sello distintivo de las administraciones del partido en el poder.
