SALVANDO VIDAS
Por: Felipe Artemio Hernández Jiménez
Desafortunadamente, cada vez son más frecuentes las noticias sobre enfrentamientos con armas de fuego de alto poder entre grupos delincuenciales en gran parte de nuestro país. Lamentablemente, en estos eventos suelen verse involucradas personas inocentes que simplemente se encuentran en el momento y lugar equivocados.
Nadie está exento de este tipo de sucesos. Las armas de alto poder, en la mayoría de los casos, provocan la muerte instantánea, sobre todo cuando la lesión es en la cabeza o el tórax. Sin embargo, si una bala de este calibre impacta, de manera directa o por rebote, en una extremidad —por ejemplo, en las piernas de una persona que se encuentra en el lugar del enfrentamiento—, puede generar lesiones profundas con pérdida de tejido y, como consecuencia, hemorragias severas. Estas pueden llevar a la muerte por shock hipovolémico en cuestión de minutos si no se controlan de manera efectiva y rápida.
La técnica de empaquetamiento se ha descrito principalmente en la medicina de combate, donde los propios soldados son entrenados para aprender a detener una hemorragia, ya que no siempre pueden esperar la llegada de los servicios médicos o disponer de un torniquete táctico o material adecuado para improvisar uno funcional.
El empaquetamiento, desarrollado en el ámbito militar, consiste en introducir gasas a presión directamente en la herida mientras se ejerce presión con los dedos dentro de la zona afectada. Estas gasas contienen una sustancia hemostática que favorece la coagulación. Si se cuenta con un torniquete táctico, este debe colocarse lo antes posible por encima de la lesión. Si no se dispone de uno funcional, otra opción es colocar sobre la lesión —donde se colocó el tapón de gasas— una venda israelí, diseñada para mantener una presión efectiva. Estas acciones han demostrado aumentar el tiempo de supervivencia de una persona con hemorragias arteriales graves, permitiéndole llegar a un hospital especializado para recibir atención médica adecuada.
Desafortunadamente, en el ámbito civil, es difícil contar con el equipo necesario para una atención óptima, lo que incrementa el riesgo de que la persona muera desangrada en pocos minutos. Por ello, es fundamental conocer un método funcional para controlar este tipo de sangrado y actuar sin perder tiempo.
En una emergencia, se puede utilizar un pedazo de tela, franela, ropa al alcance como calcetines, mangas de camisa, tiras de playera o una venda elástica convencional, ya que pueden ser de gran ayuda.
Para aplicar el empaquetamiento correctamente, se debe introducir el material lo más profundo posible en la herida, manteniendo presión con los dedos mientras se llena completamente. Posteriormente, si es posible, se debe colocar un vendaje compresivo y ejercer presión constante sobre la herida con las manos.
Si la persona que asiste a la víctima tiene conocimientos en primeros auxilios y cuenta con los materiales necesarios, debe elaborar un torniquete funcional y colocarlo por encima de la lesión, lo más alto posible en la pierna, y apretarlo al máximo. Sin estas acciones, este tipo de hemorragias son 100% fatales.
En el video mostramos cómo se realiza esta técnica de empaquetamiento con simuladores de heridas, los cuales pueden elaborarse fácilmente para un entrenamiento práctico y funcional.
Todos podemos aprender a salvar vidas.
