Después de varios días de incertidumbre, Elon Musk ha decidido no desmantelar la cápsula Dragon, una de las piezas clave en las misiones tripuladas y de carga hacia la Estación Espacial Internacional. La amenaza surgió en medio de una polémica con el expresidente Donald Trump, con quien Musk ha tenido choques públicos en las últimas semanas.
SpaceX, la compañía aeroespacial que lidera Musk, había insinuado que retiraría la cápsula como medida de presión ante declaraciones políticas que, según fuentes internas, interferían con la visión operativa y estratégica de la empresa.

Sin embargo, en un giro inesperado, Musk comunicó que mantendrá la cápsula Dragon activa, alegando que su prioridad es “el progreso espacial y la colaboración científica global”. Esta cápsula ha sido esencial para transportar astronautas de la NASA, así como cargas vitales para investigaciones en la órbita terrestre baja.
La decisión alivia tensiones en el sector aeroespacial y asegura la continuidad de operaciones clave entre SpaceX y la NASA.