Por María Carrillo
Hace siete años, Hugh Jackman se despidió de su icónico papel como Wolverine con el estreno de Logan. El actor australiano había interpretado a este miembro de los X-Men durante 17 años, desde su debut en X-Men bajo la dirección de Bryan Singer. En su despedida, Jackman agradeció a los fans y expresó su emoción por una carrera que definió su vida profesional. Sin embargo, en un giro inesperado, Jackman ha vuelto a encarnar a Logan en Deadpool y Wolverine, la primera película en solitario del Mercenario Bocazas dentro del UCM. La película ha sido un éxito de taquilla desde su reciente estreno.
En una entrevista con SensaCine, Jackman expresó su orgullo por regresar al papel: “Me siento muy honrado de interpretar este papel porque me encanta. La idea de seguir interpretándolo después de 24 años es un privilegio. Hay partes de Wolverine en esta película que había estado tratando de hacer y que no había podido antes”. El regreso de Jackman ha sido recibido con entusiasmo por los fans, quienes valoran su retorno al personaje que les ha dado tantas alegrías.
Por otro lado, el regreso de personajes icónicos no siempre está exento de controversia. Un ejemplo notable es el regreso de Mark Hamill como Luke Skywalker en la saga de Star Wars. Tras más de 30 años desde Star Wars: Episodio VI – El retorno del Jedi (1983), Hamill volvió como el Jedi en Star Wars: El despertar de la fuerza y Star Wars: Los últimos Jedi. Aunque su regreso fue uno de los principales atractivos de la trilogía de secuelas, Hamill expresó su desacuerdo con la evolución de su personaje en Los últimos Jedi. En una entrevista con SensaCine, Hamill admitió sentirse decepcionado: “Luke es muy optimista y lleno de alegría. Aquí está en un lugar muy oscuro. Le dije a Rian [Johnson]: ‘Los Jedis no se rinden’.”
Estos comentarios generaron debate entre los seguidores de la franquicia y, según Hamill, fueron malinterpretados: “Lo dije antes de haber visto toda la película al completo. Eso llenó de prejuicios a algunas personas injustamente.” A pesar de sus críticas, Hamill demostró su amor por la franquicia al regresar como Luke en The Mandalorian, reafirmando su compromiso con el universo de Star Wars.
Ambos regresos, el de Jackman como Wolverine y el de Hamill como Luke Skywalker, demuestran cómo los actores y personajes pueden generar tanto emoción como controversia, reflejando la profunda conexión que tienen con sus seguidores.