El peaje de las bebidas energéticas: Insomnio, palpitaciones y ansiedad en aumento

Por Fernanda Sánchez

Las bebidas energéticas han tomado un lugar destacado en las estanterías de los supermercados, ofreciendo sabores exóticos como melocotón, mango o sandía. A primera vista, parecen una solución rápida contra el cansancio, mejorando la concentración y el estado de alerta. Sin embargo, detrás de su atractivo envase se esconden ingredientes como la cafeína, taurina y ginseng, que en dosis elevadas pueden causar efectos negativos en la salud.

Efectos secundarios del consumo excesivo

El consumo de bebidas energéticas ha aumentado, especialmente entre adolescentes, generando preocupación en la comunidad médica por sus efectos en el sistema cardiovascular y la salud mental. Entre los síntomas más comunes se encuentran insomnio, palpitaciones, ansiedad y problemas gastrointestinales. En casos extremos, el abuso de estos productos puede llevar a paros cardíacos e incluso a la muerte.

Según un estudio reciente, un 32% de la población ha consumido bebidas energéticas en el último mes, siendo los jóvenes el grupo más vulnerable. “Aunque no debemos ser alarmistas, es preocupante el impacto que estas bebidas pueden tener en el cerebro de los adolescentes, que aún está en desarrollo”, comenta Chema González Echevarri, neurólogo del Hospital Joan XXIII de Tarragona.

Riesgos a largo plazo

La alta concentración de cafeína y azúcar en estas bebidas está vinculada con una variedad de problemas de salud. El consumo regular puede llevar a hipertensión, pérdida de masa ósea, obesidad y otros trastornos metabólicos. Además, la cafeína, uno de los principales estimulantes en estos productos, puede provocar dependencia, taquicardias, temblores y exacerbar síntomas de ansiedad.

Luis Rodríguez Padial, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, resalta que, aunque los casos graves en consultas son poco frecuentes, el riesgo existe. “Una sobredosis de cafeína puede desencadenar arritmias y palpitaciones”, advierte.

Mezcla peligrosa con alcohol

Uno de los escenarios más riesgosos es la combinación de bebidas energéticas con alcohol, una práctica común entre los adolescentes. Esta mezcla puede enmascarar los efectos del alcohol, aumentando el riesgo de intoxicación. Según la encuesta ESTUDES, uno de cada cinco estudiantes ha consumido esta combinación en el último mes, aumentando la exposición a peligros físicos y mentales.

Consecuencias en la salud juvenil

Para los jóvenes, cuyos cerebros aún están en desarrollo, el impacto de estos productos puede ser duradero. Lidia Martínez, pediatra del hospital infantil Sant Joan de Déu, señala que “el consumo sostenido de bebidas energéticas tiene efectos claros en la salud física y emocional”. Por eso, expertos insisten en la necesidad de sensibilizar a la población sobre los peligros asociados a su consumo.

El creciente consumo de bebidas energéticas requiere una mayor atención de los especialistas y la sociedad. La prevención, la educación sobre sus riesgos y la moderación en su ingesta son claves para evitar problemas de salud tanto a corto como a largo plazo.

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