El 1 de octubre, Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México con un discurso ante el Congreso de la Unión donde aseguró que su gobierno traería rumbo, certeza y decisiones firmes para resolver los problemas del país. Sin embargo, a poco tiempo de haber iniciado su gestión, las divisiones internas en Morena y las tensiones políticas han puesto en duda su capacidad para consolidar su autoridad como jefa del Ejecutivo.
Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, señala que el descontrol político al interior del oficialismo refleja una fragmentación que dificulta la gobernabilidad. En Morena, algunos actores políticos parecen priorizar sus propios intereses, proyectando órdenes que no provienen directamente de la presidenta y socavando su liderazgo. Estas señales de fractura, según Moreno, generan incertidumbre y debilitan la institucionalidad del Estado.
¿Un legado bajo la sombra de AMLO?
El temor de que Andrés Manuel López Obrador continúe ejerciendo una influencia significativa en el gobierno de Sheinbaum, lo que algunos llaman un “Amlomaximato”, sigue presente. Moreno apunta que ciertos sectores del oficialismo parecen actuar siguiendo la línea del expresidente, en lugar de apoyar plenamente a la actual mandataria. Esto no solo erosiona la autoridad de Sheinbaum, sino que también plantea dudas sobre el verdadero alcance de su poder como presidenta de la República.
A pesar de su postura crítica hacia muchas de las políticas de la nueva administración, Moreno reconoce la legitimidad del mandato de Sheinbaum y la importancia de que ejerza su autoridad con firmeza. México, advierte, no puede convertirse en un escenario de luchas internas que desacrediten la investidura presidencial, ya que esto podría minar la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático.
Desafíos nacionales e internacionales
Además de las tensiones internas, Sheinbaum enfrenta un panorama internacional que exige liderazgo y estabilidad. Estados Unidos, como principal socio comercial de México, será un actor clave en temas como la seguridad, la lucha contra el crimen organizado, la migración y el cumplimiento del T-MEC. Para estar a la altura de estas demandas, México debe proyectar una imagen de unidad y fortaleza institucional.
Moreno insta a Morena a abandonar posturas que perpetúan liderazgos del pasado o crean figuras paralelas al poder presidencial. Subraya que es responsabilidad de Sheinbaum liderar con claridad y reafirmar su autoridad para guiar al país en un momento crucial.
El éxito del mandato de Claudia Sheinbaum dependerá de su habilidad para superar las divisiones internas y consolidar un liderazgo que priorice el bienestar nacional sobre los intereses de grupo. Solo así podrá cumplir con las expectativas de un país que exige estabilidad política, soluciones efectivas y un gobierno que ejerza plenamente la legitimidad que le otorgaron las urnas.