Autoridades señalan a Xalisco, Nayarit, como el centro operativo clave de la organización.
Por Vannia Carmona
El Gobierno de los Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos para combatir el crimen organizado en México mediante la imposición de sanciones contra varios integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Entre los sancionados destaca un grupo conocido como ‘Los Hermanos Bonques’, una célula criminal cuyas operaciones están centradas en el municipio de Xalisco, en el estado de Nayarit. Encabezando esta organización se encuentra Roberto Castellanos Meza, también conocido como ‘Beto Bonques’, quien colabora estrechamente con sus hermanos Iván Atzayácatl, Giovanni y Juan Carlos Castañeda Meza.
Según informes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los Hermanos Bonques aprovecharon la creciente crisis de opioides que afectó a la nación norteamericana en la década de 1990. La organización supo utilizar los recursos naturales de la región, particularmente los cultivos de amapola en Xalisco, para producir heroína y exportarla a mercados clave en Estados Unidos, como el estado de California. La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) explicó en un comunicado que “Los Hermanos Bonques estuvieron entre las primeras familias de Xalisco en abrirse paso en el mercado de la heroína en California, consolidando su posición como actores relevantes en la cadena de suministro de esta sustancia, especialmente en un momento en que los opioides recetados ampliaban significativamente la demanda”.
Los antecedentes de esta problemática se remontan a 1995, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la venta con receta de oxicodona, un medicamento analgésico que fue promocionado como un tratamiento seguro y no adictivo para el manejo del dolor crónico. Sin embargo, este y otros opioides comenzaron a generar dependencia en amplios sectores de la población, lo que derivó en una crisis de adicción masiva.
El vínculo entre los opioides recetados y la heroína se hizo evidente cuando quienes desarrollaron adicción a estos medicamentos buscaron alternativas en el mercado ilícito, encontrando en la heroína una opción más accesible. Esta droga, derivada de la morfina extraída de las amapolas, ofreció una oportunidad sin precedentes para traficantes como los Hermanos Bonques, quienes utilizaron su infraestructura para satisfacer la creciente demanda en Estados Unidos.
El fenómeno fue catalizado aún más por la promoción engañosa de los opioides como soluciones médicas seguras, lo que facilitó la expansión de este mercado ilícito durante las últimas décadas del siglo XX.