Por Valeria Vázquez
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de Estados Unidos anunció una nueva política que prohíbe a los migrantes indocumentados viajar en vuelos nacionales, a menos que el propósito de su viaje sea la deportación.
Esta medida afecta a millas de personas que hasta ahora podían abordar vuelos domésticos con la identificación proporcionada por la aplicación CBP One. Sin embargo, la administración de Donald Trump ha eliminado su uso y ahora solo permite que los migrantes sin estatus legal vuelen en aviones que los trasladen fuera del país.
Desde su lanzamiento en 2023, CBP One permitió que más de 900.000 personas ingresen a EE.UU. bajo libertad condicional y registrado con datos biométricos, pero los republicanos criticaron el programa por considerarlo una “facilitación de la migración ilegal”.
El gobierno de Trump argumenta que la medida busca reforzar la seguridad y cumplir con la Real ID Act , que exige documentación oficial para abordar aviones. Sin embargo, los defensores de los derechos de los migrantes advierten que la restricción afectará gravemente la movilidad de muchas personas que aún están en el proceso migratorio.
Con esta decisión, se suma una nueva barrera para los más de 13 millones de indocumentados en EE.UU., en medio de un endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración republicana.