
En un giro inesperado, Electronic Arts (EA), una de las compañías más criticadas de la industria del videojuego en los últimos años, ha tomado una decisión que sorprende tanto a jugadores como a analistas: no aumentará el precio de sus videojuegos, a diferencia de lo que está haciendo gran parte del sector.
Durante una reciente reunión con inversionistas, Andrew Wilson, CEO de EA, afirmó que la empresa no tiene planes de encarecer sus títulos en el corto plazo. Esta postura contrasta con la tendencia actual de otras grandes desarrolladoras que han elevado el precio base de los juegos para consolas de nueva generación, justificando la medida por el alza en los costos de desarrollo.
“Queremos seguir entregando valor real a nuestros jugadores sin hacer que eso implique un mayor gasto para ellos”, sostuvo Wilson, destacando que EA busca un equilibrio entre innovación y accesibilidad, incluso en un modelo de negocio que cada vez depende menos del formato físico.
Un cambio de tono para EA
La decisión marca un contraste notable respecto a la imagen que la empresa ha cultivado en el pasado. EA ha sido señalada en múltiples ocasiones por prácticas agresivas de monetización, como sucedió en 2017 con Star Wars: Battlefront II, donde las microtransacciones desataron una oleada de críticas y un récord de votos negativos en Reddit.
Ahora, al optar por no incrementar precios, EA parece buscar una reconciliación con los jugadores y un reposicionamiento en una industria que constantemente debate entre rentabilidad y experiencia de usuario.
La industria toma el camino opuesto
Mientras tanto, otras voces del sector piensan diferente. El presidente de Capcom, Haruhiro Tsujimoto, declaró hace unos meses que el precio actual de los videojuegos es “demasiado bajo” y que debería rondar los 100 dólares para compensar los altos costos de desarrollo. Ubisoft también ha comenzado a lanzar títulos a precios más altos para la nueva generación de consolas.
En este escenario, la decisión de EA no solo sorprende, sino que podría tener efectos positivos en mercados sensibles al precio, como América Latina, donde el valor de los videojuegos suele dispararse por impuestos, conversión monetaria y falta de localización.
¿Un nuevo héroe?
Aunque aún es pronto para saber si esta estrategia tendrá un impacto profundo en la imagen de EA, lo cierto es que la compañía ha dado un paso en dirección opuesta al resto del mercado. Por ahora, los jugadores agradecen la decisión y observan con atención si este nuevo EA es algo más que una buena jugada de relaciones públicas.