Los colibríes son aves diurnas que requieren descanso para sobrevivir. Durante la noche, buscan refugios seguros en ramas ocultas o nidos, donde pueden reducir su actividad metabólica mediante un estado de letargo conocido como torpor.
Este mecanismo es vital para conservar energía, pues su metabolismo rápido requiere un constante suministro de alimento. Durante el torpor, su temperatura corporal desciende y su frecuencia cardíaca se ralentiza drásticamente.
Un estudio de Bird Watching reveló que la iluminación artificial puede alterar sus patrones de descanso, manteniéndolos activos durante la noche. Sin embargo, cuando migran a través del Golfo de México, pueden volar hasta 800 km sin detenerse, desafiando sus limitaciones naturales.
