El ejercicio es importante, pero escuchar música también beneficia la salud del cuerpo, según estudios
Envejecer de manera saludable es uno de los mayores retos que enfrenta la sociedad actual, especialmente en un mundo donde la esperanza de vida sigue en aumento.
El envejecimiento de la población mundial plantea una serie de desafíos para la salud pública, la autonomía de los individuos y el bienestar general. Pero, ¿existe una fórmula que permita alcanzar los 100 años sin perder autonomía ni sufrir deterioro cognitivo? Según los expertos en longevidad, la respuesta va más allá de la genética y tiene mucho que ver con los hábitos diarios que favorecen la salud física, mental y emocional.
Una de las claves más destacadas para alcanzar una vejez longeva y saludable, según el cardiólogo Manuel de la Peña, director de la Cátedra del Corazón y Longevidad del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, es la música. En su libro ‘Guía para vivir sanos 120 años’, De la Peña explica que escuchar música al menos 30 minutos al día tiene un impacto directo sobre la salud cerebral. Las ondas sonoras activan ciertas áreas del cerebro, liberando neurotransmisores como dopamina, serotonina y endorfinas, conocidos como las “hormonas de la felicidad”.
Estos neurotransmisores tienen efectos positivos sobre el estado de ánimo, la vitalidad y el bienestar general. De la Peña asegura que la música, al igual que el ejercicio físico, ayuda a mejorar nuestro bienestar. Sin embargo, la música no es el único factor en juego. Para el experto, una actitud positiva hacia la vida y el envejecimiento también desempeña un papel crucial. Mantener sueños, proyectos e ilusiones a lo largo de los años podría ser la clave para no solo prolongar la vida, sino para disfrutarla plenamente. La salud física, mental y emocional son los pilares fundamentales de un envejecimiento saludable.
En cuanto al estrés, De la Peña enfatiza que este factor tiene un impacto negativo en nuestra longevidad. El estrés crónico puede dar lugar a condiciones graves como hipertensión, enfermedades cardiovasculares y hasta infartos. Es por ello que el experto recomienda gestionar el estrés a través de técnicas como la meditación, escuchar música y adoptar una postura serena ante las adversidades de la vida.”
