Por Diana Silva
A menos de tres semanas para las elecciones locales del 2 de junio, el Instituto Nacional Electoral (INE) enfrenta desafíos significativos debido a retrasos en la producción de boletas electorales, actas y materiales en 20 estados del país, incluyendo cinco donde se elegirán gobernadores.
Los estados más afectados por el retraso en la impresión de boletas son Chihuahua, Guerrero, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas, todos contratados con Talleres Gráficos de México (TGM). Esta dependencia de la Secretaría de Gobernación también ha mostrado demoras en la producción de materiales electorales como mamparas y crayones en Baja California Sur, Michoacán y Tabasco, y en las actas de escrutinio y cómputo en Morelos y Nuevo León.
Además de TGM, otras empresas involucradas en la impresión de boletas en diferentes estados incluyen a Litho Formas, Mova Printing Solutions, LSC Communications y Gráficos Corona, las cuales también presentan demoras en diversas entidades.
El pasado miércoles, la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, realizó una convocatoria urgente a los presidentes de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) y a los vocales ejecutivos del INE para revisar los avances y garantizar que los preparativos continúan según el cronograma establecido.
Pese a las afirmaciones de estar casi listos para la jornada electoral, existen otras preocupaciones como la integración de las Mesas Directivas de Casillas, especialmente en zonas con conflictos comunitarios y la alta tasa de sustitución de los Capacitadores Asistentes Electorales y Supervisores Electorales, esenciales para el buen desarrollo de la jornada electoral y el conteo preliminar de resultados.
El INE trabaja contrarreloj para resolver estos problemas y asegurar que el proceso electoral se desarrolle sin más contratiempos. La situación actual subraya la importancia de una logística electoral eficiente y la necesidad de mejor planificación y ejecución en futuros procesos electorales.