Por Dayana Mendizabal
En un rincón especial de amor y redención para los nobles guardianes de cuatro patas, Cuacolandia emerge como un santuario comprometido con el rescate y la rehabilitación de caballos y mulas que han sufrido inimaginables abusos. Desde 2019, Elena Larrea, fundadora y presidenta de Cuacolandia A.C., ha liderado una cruzada para rescatar a más de 200 de estos majestuosos animales que alguna vez conocieron el maltrato en distintas formas.
Elena, una jinete de toda la vida, decidió dedicar su tiempo y esfuerzo a devolver algo a los caballos que le habían dado tanto a lo largo de los años. La visión de animales utilizados para jalar carretas de basura o calandrias turísticas la impulsó a crear Cuacolandia, un refugio que se convierte en el hogar amoroso y seguro para aquellos que han sufrido abusos.
La pandemia no fue fácil para Cuacolandia, y Elena se enfrentó a una crisis económica que la hizo considerar cerrar el santuario. Sin embargo, en un giro inesperado, decidió abrir una cuenta en OnlyFans como una forma de generar ingresos y atraer la atención necesaria para mantener su misión en marcha. La iniciativa fue un éxito, y los fondos recaudados permitieron rescatar a más caballos y mantener a flote el refugio.
A pesar de la controversia, Elena ve su iniciativa como una herramienta única para destacar la difícil situación de estos nobles animales y obtener el apoyo necesario. Con alrededor de 48 a 50 caballos bajo su cuidado, Cuacolandia continúa su labor con el compromiso de proporcionarles una vida digna y amorosa.
El proyecto no solo se trata de rescatar animales; Elena Larrea también está trabajando incansablemente para cambiar las leyes y mentalidades en torno al tratamiento de los animales. Su objetivo es influir en regulaciones y normas que protejan a estos seres nobles de futuros abusos.
Cuacolandia cuenta con el apoyo de padrinos y madrinas que se han unido a la causa, pero Elena hace un llamado a la ciudadanía para que visibilice la situación de los caballos y denuncie cualquier forma de maltrato al Instituto de Bienestar Animal. Este proyecto no solo rescata vidas, sino que busca cambiar paradigmas y construir un futuro más compasivo para estos nobles guardianes de cuatro patas.