Conoce más de Sor Juana Inés de la Cruz: La mente brillante que desafió al México virreinal

Pensar en un mundo de silencio: el impacto de Sor Juana Inés de la Cruz en la cultura y el feminismo

La monja que quiso saberlo todo

En pleno siglo XVII, en una sociedad dominada por los hombres y controlada por la Iglesia, una joven mexicana desafió las normas establecidas con una sola arma: su intelecto. Su nombre era Sor Juana Inés de la Cruz. Fue escritora, filósofa, científica autodidacta y una de las primeras mujeres en América Latina que se atrevió a defender el derecho de las mujeres al conocimiento.

Mientras la mayoría de las mujeres eran obligadas a casarse o mantenerse en silencio, Sor Juana eligió una vida de retiro en un convento para hacer lo que más amaba: leer, estudiar y escribir. Un acto que, en su tiempo, fue revolucionario.

Una niña prodigio en el Virreinato

Juana Ramírez de Asbaje nació en San Miguel Nepantla, en el actual Estado de México, en 1648 (o 1651, según algunas fuentes). Desde temprana edad mostró una inteligencia excepcional: aprendió a leer a los tres años, escribió poesía en latín siendo niña y, antes de cumplir los diez, ya dominaba varios idiomas.

A los 16 años fue invitada a la corte del virrey como dama de honor, donde sorprendió a todos al debatir con eruditos y teólogos. Su fama creció rápidamente, pero su deseo de estudiar no encajaba con las expectativas de su género.

Del palacio al convento

Cansada de las limitaciones impuestas a las mujeres, Sor Juana tomó una decisión que marcaría su destino: ingresar al convento de San Jerónimo en 1669. Allí encontró el único lugar donde podía dedicarse al estudio sin interrupciones. Su celda se convirtió en una biblioteca viviente con miles de libros, instrumentos musicales, mapas y escritos científicos.

En el silencio del claustro, Sor Juana floreció como pensadora. Escribió sonetos, obras de teatro, villancicos, tratados filosóficos y hasta textos de proto-ciencia. Se convirtió en una figura intelectual respetada, aunque constantemente vigilada.

Escritora y crítica del poder

Entre sus obras más conocidas se encuentran “Los empeños de una casa”, “Primero sueño” y la célebre “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz”, una carta en la que defendió el derecho de las mujeres a la educación y al pensamiento libre. En ese texto, Sor Juana responde con ironía y firmeza a quienes criticaban su pasión por el saber.

Una de sus frases más famosas resume su visión:

“Yo no estudio para enseñar, sino para ignorar menos”.

Su pensamiento desafió tanto a la Iglesia como a la sociedad colonial. Denunció la hipocresía, la misoginia y la injusticia con una pluma afilada y elegante.

Silencio impuesto

Hacia el final de su vida, Sor Juana fue presionada por autoridades religiosas para abandonar sus escritos. Se le prohibió leer y escribir, y tuvo que entregar su biblioteca. Murió en 1695, durante una epidemia, cuidando a sus compañeras del convento.

Aunque su voz fue silenciada en vida, su obra trascendió los siglos.

¿Una feminista antes del feminismo?

Sor Juana no usó la palabra “feminismo”, pero vivió y pensó como una feminista antes de que el término existiera. Defendió el derecho de la mujer a ser sabia, crítica y libre. Reivindicó el valor intelectual de las mujeres y cuestionó su exclusión de la educación y la vida pública.

Hoy se la reconoce como un símbolo de la lucha por el conocimiento, la libertad y la igualdad.

Un legado eterno

Sor Juana Inés de la Cruz es una de las figuras más importantes de la literatura hispanoamericana. Su rostro aparece en los billetes de 200 pesos mexicanos, sus obras se estudian en universidades de todo el mundo y su pensamiento sigue inspirando a generaciones.

Conocerla es entender que, incluso en los tiempos más oscuros, hay mentes capaces de encender una luz que nunca se apaga.

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