La pregunta sobre cómo ven los perros ha intrigado a dueños y amantes de estos animales por décadas. Ahora, un reciente estudio de la Universidad de Emory revela detalles fascinantes sobre su percepción visual. Utilizando resonancias magnéticas funcionales (fMRI), los investigadores analizaron cómo dos perros procesan imágenes en movimiento, descubriendo que su atención se centra más en acciones como olfatear o jugar que en detalles como rostros o vehículos, a diferencia de los humanos.
Otra revelación clave es su limitada percepción de colores. Los perros no diferencian fácilmente entre rojo y verde, percibiendo un espectro cromático reducido dominado por tonos de azul, amarillo y gris. Además, la inteligencia y la raza parecen influir directamente en cómo interpretan el mundo visual. Por ejemplo, un Border Collie mostró mayor actividad cerebral en áreas cognitivas avanzadas, mientras que un Golden Retriever exhibió patrones más emocionales.
Estos hallazgos destacan cómo la evolución ha moldeado la visión canina, optimizándola para detectar movimientos y adaptarse a su entorno histórico como cazadores.