En un mundo digital cada vez más presente, el uso de internet por parte de niños, niñas y adolescentes ha crecido significativamente, brindando oportunidades para el aprendizaje, la comunicación y la creatividad. Sin embargo, con estos avances, también han surgido riesgos, especialmente el ciberacoso, que afecta a un porcentaje considerable de la población juvenil. En México, un 25% de los adolescentes entre 12 y 17 años ha experimentado alguna forma de acoso en línea, una situación que pone en peligro su bienestar emocional y psicológico.
El ciberacoso se manifiesta en diversas formas, como la difusión de rumores, amenazas o la publicación de fotos vergonzosas. Además, los menores corren el riesgo de acceder a contenido dañino o de ser contactados por extraños con fines sexuales. Estos peligros pueden tener consecuencias duraderas en su salud mental y en su desarrollo general.
Para garantizar la seguridad de los más jóvenes en internet, es crucial que padres y cuidadores tomen medidas preventivas. Una de las primeras acciones es configurar controles parentales en los dispositivos y aplicaciones que los menores utilizan, así como asegurarse de que sus dispositivos cuenten con programas de seguridad. Además, es importante fomentar una actitud de amabilidad y respeto en línea, animándolos a ser responsables con sus interacciones y evitando difundir contenido que pueda dañar a otros.
También es esencial pasar tiempo con los hijos en internet, establecer normas claras sobre el uso de dispositivos y explicarles la importancia de proteger su privacidad. Los padres deben enseñarles a no compartir información personal con desconocidos y a identificar contenidos inapropiados, guiándolos para que busquen información de fuentes confiables.

La comunicación abierta y la confianza son fundamentales. Los padres deben estar disponibles para escuchar a sus hijos y hablar sobre sus experiencias en línea, sin juicio, asegurándose de que comprendan la diferencia entre secretos saludables y situaciones que pueden ser perjudiciales. Además, estar atentos a posibles cambios en el comportamiento de los menores, como ansiedad o aislamiento, puede ser clave para identificar signos de abuso en línea.
En caso de detectar un caso de violencia digital, es vital actuar de inmediato. Existen líneas de apoyo como LOCATEL y la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, que brindan asistencia especializada. La protección de los menores en internet es responsabilidad de todos, y es importante que los padres, educadores y la sociedad en general trabajen juntos para crear un entorno en línea más seguro para ellos.