Por Sofía Swindall
La planta de nochebuena, famosa por sus colores vibrantes, requiere cuidados específicos para prosperar y mantenerse saludable. Su propagación se realiza principalmente por esquejes suaves de una planta madre, aunque los mejoradores también utilizan semillas para crear nuevas variedades.
A continuación, te compartimos algunos consejos prácticos para cultivar y cuidar tu planta de nochebuena:
Iluminación
La nochebuena necesita luz indirecta del sol. Durante el periodo de floración, es ideal colocarla en un lugar bien iluminado, pero sin exposición directa al sol, para evitar daños en sus hojas.
Riego
Riega la planta cada tercer día, asegurándote de humedecer la tierra sin saturarla de agua. También puedes colocar un plato con agua bajo la maceta para que absorba el líquido de forma gradual.
Temperatura
La nochebuena prospera en temperaturas diurnas entre 24 y 30 °C y nocturnas entre 16 y 22 °C. Mantener estas condiciones asegura un desarrollo óptimo.
Sustrato
Es crucial elegir un sustrato con buena porosidad, contenido de materia orgánica, humedad y nutrientes. Algunas opciones recomendadas son:
• Aserrín
• Piedra pómez
• Corteza de pino
• Pulpa de café descompuesta
• Gallinaza
• Bagazo de caña
Fertilización
Aplica una fórmula compuesta de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) en dosis de 1 kg por cada 1,000 litros de agua de riego.
Propagación
La nochebuena se propaga mediante esquejes suaves tomados de la planta madre. Estos esquejes suelen adquirirse entre marzo y junio, según la temporada de cultivo.
Trasplante
Si la planta alcanza los 40 cm o muestra signos de marchitamiento, trasplántala a una maceta más grande y corta dos terceras partes de sus tallos para estimular su regeneración.
Cuidar una planta de nochebuena no solo embellece tu hogar, sino que también puede convertirse en una actividad gratificante si sigues estos consejos.
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