Por Fernanda Sánchez
Inundaciones y su impacto en la salud
En los últimos días, México ha experimentado un notable incremento en las precipitaciones, lo que ha provocado inundaciones en diversas regiones del país. Estos eventos meteorológicos han afectado la vida diaria de los ciudadanos, con vehículos atrapados y largas filas en las zonas de mayor congestión. Una de las áreas más afectadas es Chalco, en el Estado de México, donde miles de familias han enfrentado inundaciones severas tanto dentro como fuera de sus hogares.
Riesgos para la salud según Harvard
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Harvard, las inundaciones presentan un riesgo considerable para la salud pública. El agua estancada puede estar contaminada con sustancias químicas nocivas, metales pesados, pesticidas, biotoxinas, aguas residuales y patógenos acuáticos. Cuando las personas interactúan con este tipo de agua contaminada, ya sea al caminar o al limpiar, las sustancias peligrosas se evaporan y se transforman en polvo microscópico suspendido en el aire. Este polvo es inhalado, lo que puede desencadenar problemas respiratorios graves, como infecciones pulmonares y dificultad para respirar.
Moho: Un peligro silencioso tras las inundaciones
Otro riesgo significativo es el crecimiento de moho en áreas afectadas por la humedad. El moho, un hongo que se desarrolla en materiales orgánicos húmedos o en descomposición, prolifera en espacios interiores cuando la humedad es elevada, lo que suele ser el caso después de una inundación. Los materiales húmedos dentro de los hogares proporcionan un ambiente perfecto para su rápido crecimiento.
Aunque es imposible eliminar completamente las esporas de moho en espacios cerrados, la exposición a altas concentraciones de estas puede agravar problemas respiratorios como el asma, la rinitis alérgica y la sinusitis. Es crucial tomar medidas preventivas para minimizar estos riesgos, como ventilar adecuadamente los espacios afectados y eliminar los materiales dañados por el agua.
Las inundaciones no solo causan daños materiales, sino que también representan un peligro latente para la salud pública. Las autoridades y los ciudadanos deben estar atentos a los riesgos de contaminación y moho para prevenir complicaciones respiratorias.