China y Estados Unidos han dado un paso clave en la búsqueda de estabilidad diplomática al renovar por cinco años su acuerdo de cooperación científica y tecnológica, vigente desde 1979. Este acuerdo ha sido renovado periódicamente, incluso durante el primer mandato de Donald Trump, pero enfrentó obstáculos en 2022, cuando las negociaciones se estancaron y dieron paso a prórrogas temporales.
El nuevo texto, resultado de meses de intensas negociaciones, introduce disposiciones mejoradas que refuerzan la seguridad, protegen la propiedad intelectual y establecen mecanismos para resolver disputas. La firma del acuerdo se da en un momento estratégico, a pocas semanas de que Trump asuma nuevamente la presidencia en enero de 2025.
A pesar del avance en cooperación, Estados Unidos mantiene fuertes restricciones a la exportación de tecnologías a China, especialmente en el ámbito de los semiconductores, una medida destinada a impulsar la industria nacional y limitar el acceso chino a tecnologías avanzadas.