Por Frida Rebollar.
En un evento que marca un nuevo capítulo en la historia política de Estados Unidos, el Congreso certificó oficialmente el triunfo electoral del republicano Donald Trump, quien el próximo 20 de enero asumirá un segundo mandato como presidente. La sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes transcurrió sin contratiempos, consolidando la victoria de Trump y su compañero de fórmula, el senador JD Vance.
La vicepresidenta saliente, Kamala Harris, tuvo la tarea de anunciar el resultado final ante una audiencia expectante. De acuerdo con el recuento oficial, la fórmula Trump-Vance obtuvo 312 votos electorales, superando los 226 logrados por Harris y su compañero, el senador Tim Walz. Este resultado asegura el retorno de Trump al Despacho Oval tras un periodo marcado por su controversia y polarización.
A diferencia del turbulento proceso de certificación de 2021, cuando Trump rechazó los resultados que dieron la victoria a Joe Biden, esta ocasión estuvo caracterizada por la calma y la ausencia de disputas. En aquel entonces, el rechazo de Trump al resultado electoral culminó en el asalto al Capitolio por parte de algunos de sus simpatizantes, un evento que dejó una profunda cicatriz en la democracia estadounidense.
El ambiente tranquilo de esta certificación subraya un contraste significativo con los acontecimientos de hace cuatro años, ofreciendo una transición más ordenada que busca reconstruir la confianza en el sistema electoral del país. Aunque la figura de Trump sigue siendo polarizante, su regreso al poder refleja el apoyo que mantiene entre una parte significativa del electorado.
La toma de posesión de Trump y Vance el próximo 20 de enero estará bajo la mirada atenta tanto de partidarios como de detractores, marcando el inicio de un período político que promete ser determinante para el futuro de la nación.
