Por: Alejandra López Martínez
El pasado sábado, dos jóvenes fotoperiodistas, Berenice y Miguel Ángel, perdieron la vida en un accidente laboral provocado por la negligencia de las personas encargadas de organizar el evento Ceremonia 2025. Una grúa con una estructura en la parte superior colapsó sobre ellos, causándoles la muerte. La respuesta inmediata de los organizadores no fue atender la tragedia, sino encubrirla. El espectáculo continuó —posiblemente sin que los artistas fueran informados de lo sucedido— sin garantizar condiciones mínimas de seguridad para el resto del evento ni activar protocolos ante un homicidio imprudencial.
Lejos de gestionar la crisis con responsabilidad, los organizadores optaron por silenciarla. No informaron de inmediato a las familias de las víctimas ni a los medios para los que trabajaban. Se tapió la zona del accidente para ocultarla y se intentó engañar al público asistente. Como si una tragedia pudiera esconderse de decenas de miles de personas.
Posteriormente, el gobierno de la Ciudad de México intentó deslindarse culpando a la alcaldía Miguel Hidalgo, como si la supervisión de la protección civil en eventos masivos no fuera responsabilidad compartida. ¿La derrama económica de un festival sí es para toda la ciudad, pero las responsabilidades no? ¿Acaso esperaban que el alcalde estuviera físicamente en el evento, supervisando cada estructura? Para eso existen funcionarios y protocolos. Y, sobre todo, para eso debe existir una ética mínima: no se puede escatimar en seguridad, pero tampoco deslindar responsabilidades por culpar a la oposición política.
Esta tragedia también pone sobre la mesa las precarias condiciones laborales de quienes trabajan en el periodismo freelance. No basta con lamentarse, es urgente garantizar un ambiente seguro, pero también los derechos laborales mínimos para todos.
El caso nos recuerda a lo ocurrido en mayo de 2024 en Monterrey, durante el cierre de campaña de la entonces candidata a diputada por Movimiento Ciudadano, Lorenia Canavati. En aquella ocasión, una estructura del escenario colapsó y también hubo personas fallecidas. Hubo condolencias del presidente López Obrador, el gobernador Samuel García y el entonces alcalde, Luis Donaldo Colosio, pero hasta hoy no se ha hecho justicia ni se han esclarecido las responsabilidades. ¿Podemos esperar lo mismo en el caso Ceremonia 2025?
